Se intentó favorecer el surgimiento
de la industria nacional y disminuir la dependencia
del exterior por la importación de
azúcares a través de una ley
en la que se otorgaban varias primas anuales
y semillas seleccionadas. Se ampliaron también,
las obras de la Usina de Luz Eléctrica.
En el plano financiero, existió el
deseo por parte del Ejecutivo de lograr una
paulatina independencia del financiamiento
inglés. En el plano educativo, en 1903
se creó la Facultad de Comercio (futura
de Ciencias Económicas) y en marzo
de 1907 la Facultad de Veterinaria y Agronomía.
Se trataba de tecnificar el comercio y el
agro desviando a los hijos de estancieros
de las tradicionales carreras de abogado y
médico. Se proyectó la instalación
de diez liceos departamentales, procurando
otorgar en el interior de la República
elementos de cultura superior a la de la enseñanza
primaria.
En
el plano político, la tarea fue absorbida
por los levantamientos armados producidos
por la política exclusivista de partido
desarrollada por Batlle y la negativa del
Partido Nacional a seguir aceptando su continua
marginación del gobierno. Firmada
en 1904 la Paz de Aceguá, las consecuencias
de la revuelta fueron: A) La consolidación
de la unidad del Estado. El triunfo colorado
implicó la finalización de
la política de coparticipación
en los gobiernos departamentales. B) Gobierno
excluyente de partido y C) La Reforma Electoral.
Con
la asunción de Claudio Williman se
continuó con un gobierno batllista.
El 25 de agosto de 1909 se produjo la inauguración
del puerto de Montevideo que estaría
al servicio público y el Estado se
reservaba la administración portuaria.
El país contaba desde este momento
con un medio que le permitiría competir
con Buenos Aires en relación con
el tráfico de ultramar.
Durante
la segunda presidencia de Batlle y Ordóñez
hubo importantes aportes a los derechos
laborales de los trabajadores. Se prohibía
el trabajo de menores de 13 años,
se restringía la jornada a los menores
de 19; la mujer dispondría de 40
días de descanso en el período
de embarazo, el descanso obligatorio era
de un día cada siete y un máximo
de 48 horas semanales de trabajo. Se estableció
la jornada de trabajo en 8 horas. También
se creó una ley de pago de indemnizaciones
por accidentes de trabajo. Se aprobó
una pensión a la vejez que podían
utilizar todas las personas mayores de 65
años y de cualquier edad en caso
de invalidez absoluta, que se encontrara
en la indigencia. Se estableció la
indemnización por despido que dependía
de la cantidad de años trabajados.
En
lo que se refiere a la actividad económica
del Estado (estatización y nacionalización).
El principio ideológico era que los
servicios públicos esenciales debían
estar en manos del Estado, ya que éste
era el organismo representativo de la sociedad,
es decir, de todas las clases sociales,
y estaba por encima de sus disputas; el
Estado debía intervenir allí,
donde el capital privado fuera indeciso
o temiera perder dinero, porque no estaba
guiado por el afán de lucro sino
de servicio público; el Estado debía
sustituir a las empresas extranjeras que
se llevaban la ganancia fuera de fronteras
debilitando así el país.
Fue
así que se produjo la estatización
del Banco de la República Oriental
del Uruguay, 1911 y 1913, la del Banco Hipotecario
del Uruguay, en 1912, y la de los seguros,
que pasaron de manos privadas a manos estatales
con la creación en 1911 del Banco
de Seguros del Estado. Se creó a
su vez, en 1915 la Administración
de Ferrocarriles del Estado y se produjo
la secularización de actos públicos.
Como
jefe del ejecutivo aseguró la unidad
nacional acabando con diversas rebeliones
departamentales, estableció la jornada
laboral de ocho horas, la indemnización
laboral y promulgó la primera ley
del divorcio en Latinoamérica, que
reconocía los derechos de las mujeres;
también creó institutos de
enseñanza media en todas las ciudades
departamentales. Durante su presidencia,
se crearon empresas públicas que
competían con las privadas, proporcionando
servicios más baratos.
Durante
su segundo mandato, sentó las bases
para la futura reforma constitucional. Es
decir, que produjo en todos los ámbitos
la modernización del Estado. Su filosofía,
aún sigue presente en la mentalidad
de los uruguayos, independientemente de
partidos políticos.